Los alumnos viven el Colegio como su segunda casa. Conviven con otros niños de los que se hacen amigos compartiendo juegos y aprendizajes.

Se hacen conscientes de que su actitud y los valores que representan son fundamentales a la hora de conseguir el clima de convivencia que tanto nos gusta a todos los que participamos de esta comunidad, un ambiente que hace que todas las mañanas vengamos  felices y motivados.

Los alumnos también se dan cuenta entre la familia y el Colegio existe un diálogo permanente y que ambos creemos que la disciplina, el respeto y el orden son necesarios para crecer y hacerse hombres y mujeres para los demás.