Te damos gracias, Virgen del Recuerdo (XL FSTA)
Querida María, Virgen del Recuerdo,
Han pasado unas semanas desde que celebramos la FSTA, pero no sentimos que se haya terminado del todo: como te pedimos aquel día, en la oración que tuvimos todos juntos, esto no ha quedado en un día.
Nos sobrecoge contemplar la inmensa entrega que pudimos palpar en esas dos semanas intensas: la entrega de los más pequeños sacando el ritmo que llevan dentro, la de los mayores a ser el ejemplo que un día tuvieron, la de los profesores y personal del colegio, a volverse como niños. Una entrega a la que estamos llamados en nuestro día a día y más especialmente estos días de Pascua.
Alumnos, antiguos alumnos, universitarios, padres, profesores, personal del colegio, y tantas otras personas que hicieron con sus gotas un mar en calma en el que todos hemos nadado a gusto. Y eso es lo que vimos el sábado dos de abril mientras paseábamos. Un mar de personas de allí para acá, con una sonrisa de oreja a oreja, sonrisa que nos recordó que la vida también es una fiesta.
La Fiesta Solidaria POR el Trabajo y la Alegría para algunos es una vez al año. Pero para otros, para nosotros, es ese POR el que ocupa un lugar preferente en nuestro corazón, cada día.
Tú, María, nos acogiste a muchos hace muchos años, y nos cuidaste en nuestro paso por el colegio. Un colegio que nos ha hecho ser quienes somos y que, años después, nos sigue enseñando cada día a ser hombres y mujeres para los demás. Tú estás detrás de todo enseñándonos a decir Sí, tú fuiste el primer ejemplo de entrega y por eso, Virgen del Recuerdo, con el cuerpo aún temblando, llenos de alegría y admiración, los universitarios que volvemos a ti, a acurrucarnos bajo tu manto sagrado.
Te damos gracias.
María Franco